miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tere, in memoriam



Apenas había amanecido
y la noticia de que ya no estabas
trajo de vuelta la noche y ennegreció el día.
Toda la fuerza del sol no pudo iluminar
este diecinueve de Noviembre
fatídico, triste, torvo y oscuro.
Incredulidad e incomprensión,
congoja e impotencia,
dolor y rabia
para maldecir la injusticia
que se acababa de perpetrar.
Cuántas charlas para reconfortarte,
para darte el ánimo que nunca perdiste,
aferrada siempre a la vida
con toda la fuerza,
con todo el coraje.
Y la vida cruel y despiadada te abandonó.
Te has ido, Tere,
compañera y amiga,  
profesional impecable,
responsable y resolutiva,
amable y conciliadora,
íntegra y solícita.
En la desolación de pena tan honda siento
que he perdido la compañera
y se queda para siempre la amiga.